Redacción y/o corrección de textos

Canto como viví, sin haber aprendido. Dibujo y pinto mejor. Estudié cine de grande, de chico hice caso e intenté con Publicidad porque qué vas a vivir del cine. Cambié facu tres veces y en una mañana de faltazo y llanto aferrado al volante de mi Renault 12, colgué la corbata. Me hice escritor, publiqué dos libros que amo como a hijas imaginarias. Tengo también hijas reales, Sombra y Olivia, dulzuras de pelo negro mezcla de collie y labrador. Viajé, 40 países y alguna flor. Salí con una mochila de 45 kilos y volví con una de 15 con lo esencial bien acomodado. Trabajé en todo. En Tel Aviv de ayudante de un albañil mexicano que pegaba los lavamanos con silicona porque era más rápido, de acompañante en un casino subterráneo en El Cairo donde las señoras ricas me dejaban un sobre. Hice los turnos en las fábricas italianas que fabrican las 24hs, supe lo que es concentrarse cuando llevás 72hs sin dormir y comer la vianda en un comedor de subsuelo mirando un cielo chiquito por el tragaluz. Fui pizzaiolo, pero primero lavé los platos, hice parrilla, cociné, fui mozo, estuve en caja, bar... Trabajé diez años en turismo, en Europa como tour operator rep y luego en Tierra del fuego como gerente del área recepción de una empresa hotelera. Recuerdo el último día de mi segunda temporada, en Lanzarote... una chica que vacacionaba con su nena me dijo "cuando sepas en qué resort vas a trabajar el verano que viene, decímelo, mi nena y yo queremos que vuelvas a ser nuestro rep", lo más lindo que me dijeron en la vida. Sé qué se debe decir en una entrevista, probablemente nada de lo que acabo de escribir. Pero no sé venderme, ni querría hacerlo. No busco gustar ni ser incorporado, sino que se me confíe un proyecto y mi trabajo guste tanto como a esa mamá irlandesa y a su nena aquella vez.